Hollywood recuerda con emoción a uno de sus genios todoterreno, el director, actor y productor Sydney Pollack, 'un hombre del Renacimiento', en palabras de su amigo Tom Cruise.
Pollack, proporcionó a Cruise uno de sus mejores papeles en 'La tapadera' (1993) y fueron compañeros de reparto en 'Eyes Wide Shut' (1999), el filme póstumo de Stanley Kubrick.
'Era un gran amigo y le echaré muchísimo de menos', dijo el intérprete en un comunicado, en el que explica que conoció a Pollack durante el proceso de edición de 'Tootsie' (1982), 'uno de los clásicos de todos los tiempos'. 'A lo largo de los años, sin arrogancia y sin caer en la condescendencia, compartió conmigo sus amores: la familia, contar historias, la comida, volar y una gran botella de vino', comentó el actor.
En su carrera como director, Pollack logró extraer lo mejor de otros actores como Jane Fonda, Robert Redford, Dustin Hoffman o Jessica Lange.
Sus películas lograron 12 candidaturas al Oscar para sus actores, incluidos nombres como Barbra Streisand o Paul Newman, y 48 candidaturas en total.
Para otros compañeros de profesión, como George Clooney, Pollack 'contribuyó con su trabajo a hacer el mundo un poco mejor, las películas algo mejores e incluso las cenas algo mejores'. 'Me quito el sombrero ante este tipo con clase', comentó en un comunicado. Clooney fue el protagonista de 'Michael Clayton', cinta por la que optó al Oscar al mejor actor y una de las últimas obras que produjo Pollack, en la que intervino con un papel secundario. El realizador también fue el productor ejecutivo de 'Leatherheads', la última película como director del galán por excelencia de Hollywood. 'Se le echará de menos terriblemente', declaró Clooney.
Para la actriz Sally Field, que trabajó bajo las órdenes de Pollack en 'Ausencia de malicia' (1981), la industria del entretenimiento estadounidense ha perdido un 'director fenomenal'.'Haber tenido la oportunidad de conocer a Sydney y de trabajar con él fue un regalo genial. Mantendré en la memoria cada momento que pasé con él', dijo Field en un comunicado.
El presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, Sid Ganis, se sumó al pesar por la muerte de Pollack y dijo que su desaparición supone una 'pérdida enorme'.'Estaremos tristes, recordaremos su eterno trabajo y el conjunto de sus cualidades como el artista completo que fue', reseñó Ganis.
El duelo por Pollack llegó también al ámbito de la crítica estadounidense. 'Un hombre alto, guapo, carismático, era un director con el que a la mayoría de los actores le encantaba trabajar, porque cuando hablaba con ellos sobre la interpretación sabía de lo hablaba', afirmó el popular crítico Rogert Ebert, del Chicago Sun-Times.
Pero tal vez el mejor resumen de lo que fue su vida lo dio el actor Martin Landau, íntimo amigo desde la juventud y socio de Pollack en el Actor's Studio: 'Comenzamos juntos en Nueva York y siempre sobresalió en todo, tanto en sus amistades, como en su humanidad y sus talentos'.
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