Este año esta resultando muy negro para Hollywood y para todos los que nos reconocemos cómo amantes del cine en general.
El director, actor y productor estadounidense, Sydney Pollack, murió ayer de cancer, a la edad de 73 años en Los Angeles, California.
Fue responsable tras las cámaras de cintas como Los tres días del cóndor, Tootsie, Tal como éramos, La tapadera, La interprete o Memorias de África, por la que ganó los premios Óscar de mejor director y mejor película.
También será recordado por forjar su carrera en torno a los grandes nombres y los grandes estudios de Hollywood. Ya en su primera película como director, The Slender Thread (1963) trabajó con Sydney Poitier y Anne Bancroft, y con la Paramount.
Decía de las estrellas que eran como caballos purasangre, difíciles de controlar, pero maravillosos cuando hacían su trabajo. Fue famosa su amistad con Robert Redford, con el que rodó siete películas, entre ellas, Memorias de África, tal vez su cinta más reconocida.
Los comienzos de Pollack estuvieron ligados a la interpretación, un arte que estudió en una escuela de Nueva York, donde acabó dando clases y conoció a una estudiante que en 1958 se convertiría en su mujer, Claire Griswold.De su matrimonio nacerían tres hijos, uno de los cuales moriría en 1993 en un accidente aéreo. Una desgracia que mantuvo a Pollack apartado del cine durante unos años. Reaparecería en 1995 con Sabrina, remake de la célebre película que Billy Wilder rodó en la década de los 50.
Los comienzos de Pollack estuvieron ligados a la interpretación, un arte que estudió en una escuela de Nueva York, donde acabó dando clases y conoció a una estudiante que en 1958 se convertiría en su mujer, Claire Griswold.De su matrimonio nacerían tres hijos, uno de los cuales moriría en 1993 en un accidente aéreo. Una desgracia que mantuvo a Pollack apartado del cine durante unos años. Reaparecería en 1995 con Sabrina, remake de la célebre película que Billy Wilder rodó en la década de los 50.
Después se centró en la dirección, pero sin dejar de lado su cariño a estar delante de la cámara, así hemos podido verle en diversos papeles, casi siempre cortos, en Michael Clayton, La interprete, The majestic, Eyes wide shut, Acción civil, Tootsie o en algún capítulo de las series Frasier, Loco por ti, Will y Grace, o Los Soprano.
También hay que resaltar su faceta de productor; Pollack, distinguido en 2002 por el Festival de Cine de Locarno (Suiza) con un Leopardo de Oro Honorífico a su trayectoria, combinó la realización con la labor de producción para otros directores, sobre todo en los últimos tiempos. Son los casos de la cinta de Ang Lee Sentido y sensibilidad (1995), o los trabajos del británico Anthony Minghella, El paciente inglés (1996) y Cold Mountain (2003); entre otros muchos.
La boda de mi novia, un filme que está actualmente en la cartelera de EE.UU. y que se estrenará en España el próximo fin de semana, pasará a la historia como su última aparición en la pantalla en el papel de Thomas Bailey.
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