El aumento global de la temperatura, que será dos grados centígrados, provocará que la población antártica de pingüinos adelia y emperador se vea reducida entre un 50% y un 75%, respectivamente, en 2042 en la zona continental de la Antártida, según el estudio 'Cambio Climático en la Antártida' del grupo ecologista WWF/Adena presentado en el Congreso Mundial de la Naturaleza.
Según explicó el investigador del CSIC Andrés Barbosa, el calentamiento se traduce en la pérdida del hielo marino y glaciar, lo que reduce la superficie de su parte basal y, con ello, la cantidad de fitoplancton que se desarrolla bajo el hielo.
Este componente es el alimento del krill -una pequeña gamba- que a su vez es la presa "fundamental" de los animales que viven en el Antártico. "Si la presa disminuye, el resto de población disminuirá, dijo Barbosa. Esta disminución de krill ya se ha constatado en la Antártida peninsular".
El investigador también concretó que en la zona continental ha aumentado la cantidad de hielo debido a los vientos, variables debido al cambio climático. Según este experto, esto provoca que las zonas de alimentación estén "más alejadas" y aumenten los costes energéticos.
"La situación es bastante catastrófica", concluyó, al tiempo que advirtió de que afectará tanto a la Antártica peninsular como continental. "Es una señal que nos debe hacer pensar y cambiar el modelo", aconsejó.
La población total de pingüinos en la Antártica es de unos cinco millones, y, según reveló el coordinador del estudio, Juan Casavelos, es la única especie "estrictamente antártica", ya que el resto de animales están también en otras zonas del planeta. Por ello, los pingüinos estarán "influidos más negativamente".
Según Barbosa, los efectos del calentamiento global ya se han hecho notar "acusadamente" en la región antártica, ya que, por ejemplo, los científicos han constatado en el estudio de una determinada colonia una reducción del 60% en el caso de las poblaciones de adelia en los últimos 25 años, y un descenso de 250 a diez parejas de emperador.
Casavelos pidió que se alcance un nuevo acuerdo climático global "que trascienda el Protocolo de Kyoto", ya que éste vence en 2012, exigió que este acuerdo contemple "reducciones dramáticas" de emisión de gases de efecto invernadero y propuso que sean de un 80% en 2050 en comparación con los niveles de 1990 para evitar la extinción de estos animales.
Finalmente, explicó que el estudio es un "acople" de cuatro modelos en que se demuestran los estragos que causaría en la población de pingüinos el aumento de la temperatura. Los autores del estudio son científicos de varias universidades norteamericanas y francesas centrados en algunas colonias continentales y de la península.
Según explicó el investigador del CSIC Andrés Barbosa, el calentamiento se traduce en la pérdida del hielo marino y glaciar, lo que reduce la superficie de su parte basal y, con ello, la cantidad de fitoplancton que se desarrolla bajo el hielo.
Este componente es el alimento del krill -una pequeña gamba- que a su vez es la presa "fundamental" de los animales que viven en el Antártico. "Si la presa disminuye, el resto de población disminuirá, dijo Barbosa. Esta disminución de krill ya se ha constatado en la Antártida peninsular".
El investigador también concretó que en la zona continental ha aumentado la cantidad de hielo debido a los vientos, variables debido al cambio climático. Según este experto, esto provoca que las zonas de alimentación estén "más alejadas" y aumenten los costes energéticos.
"La situación es bastante catastrófica", concluyó, al tiempo que advirtió de que afectará tanto a la Antártica peninsular como continental. "Es una señal que nos debe hacer pensar y cambiar el modelo", aconsejó.
La población total de pingüinos en la Antártica es de unos cinco millones, y, según reveló el coordinador del estudio, Juan Casavelos, es la única especie "estrictamente antártica", ya que el resto de animales están también en otras zonas del planeta. Por ello, los pingüinos estarán "influidos más negativamente".
Según Barbosa, los efectos del calentamiento global ya se han hecho notar "acusadamente" en la región antártica, ya que, por ejemplo, los científicos han constatado en el estudio de una determinada colonia una reducción del 60% en el caso de las poblaciones de adelia en los últimos 25 años, y un descenso de 250 a diez parejas de emperador.
Casavelos pidió que se alcance un nuevo acuerdo climático global "que trascienda el Protocolo de Kyoto", ya que éste vence en 2012, exigió que este acuerdo contemple "reducciones dramáticas" de emisión de gases de efecto invernadero y propuso que sean de un 80% en 2050 en comparación con los niveles de 1990 para evitar la extinción de estos animales.
Finalmente, explicó que el estudio es un "acople" de cuatro modelos en que se demuestran los estragos que causaría en la población de pingüinos el aumento de la temperatura. Los autores del estudio son científicos de varias universidades norteamericanas y francesas centrados en algunas colonias continentales y de la península.
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