No crezca mi niño,
no crezca jamás,
los grandes al mundo,
le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona,
cada día más,
y pierde el camino,
por querer volar.
Vuele bajo,
porque abajo,
está la verdad.
Esto es algo,
que los hombres,
no aprenden jamás.
Por correr el hombre,
no puede pensar,
que ni él mismo sabe
para donde va.
Siga siendo niño,
y en paz dormirá,
sin guerras,
ni máquinas de calcular.
Diógenes cada vez que pasaba por el mercado
se reía porque decía que le causaba mucha gracia
y a la vez le hacía muy feliz
ver cuántas cosas había en el mercado
que él no necesitaba.
Es decir que rico no es el que más tiene,
sino el que menos necesita.
Es decir, mano ocupada, mano perdida.
Es decir, el conquistador por cuidar su conquista,
se transforma en esclavo de lo que conquistó.
San Francisco decía lo que tal vez sea
la fórmula de la felicidad:
deseo poco y lo poco que deseo lo deseo poco.
Dios quiera que el hombre,
pudiera volver,
a ser niño un día
para comprender,
que está equivocado,
si piensa encontrar,
con una chequera,
la felicidad.
Facundo Cabral
lunes, 17 de noviembre de 2008
Vuela Bajo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario