Preferiré siempre a los que sueñan, aunque se equivoquen.
A los que esperan, aunque a veces se sientan defraudados en sus esperanzas.
A los que apuestan por la utopía, aunque luego se queden a medio camino.
Apuesto siempre por los que no se resignan a que el mundo sea como es; por los que esperan que el mundo puede y debe cambiar; por los que creen que la felicidad vendrá, tal vez mañana, tal vez esta misma noche.
Por los que no hacen caso a esa “anciana” que hay dentro de cada uno de nosotros, y que se empeña en asegurarnos que no hay nada más allá de las estrellas.
Sólo de los que creen en el Reino de los Cielos, solamente de los que esperan, será el Reino de la Felicidad.
(J.Luis Martín Descalzo)
A los que esperan, aunque a veces se sientan defraudados en sus esperanzas.
A los que apuestan por la utopía, aunque luego se queden a medio camino.
Apuesto siempre por los que no se resignan a que el mundo sea como es; por los que esperan que el mundo puede y debe cambiar; por los que creen que la felicidad vendrá, tal vez mañana, tal vez esta misma noche.
Por los que no hacen caso a esa “anciana” que hay dentro de cada uno de nosotros, y que se empeña en asegurarnos que no hay nada más allá de las estrellas.
Sólo de los que creen en el Reino de los Cielos, solamente de los que esperan, será el Reino de la Felicidad.
(J.Luis Martín Descalzo)
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