Quisiera amar, Señor, necesito amar,
todo mi ser no es ya más que un deseo.
Mi corazón, mi cuerpo, se alargan en la noche
hacia un desconocido a quién amar.
Y amo y braceo en el aire
sin encontrar el alma que abrazar.
Estoy solo y quisiera "ser dos",
hablo y no hay nadie que escuche.
Vivo y vivo, y nadie saca jugo a mi vida.
¿Para qué ser tan rico si no enriquezco a nadie?
¿Y de donde viene este amor? ¿A donde va?
Quisiera amar, Señor, necesito amar.
He aquí, Señor, en esta noche, todo mi amor.
Párate un momento
y haz silenciosamente un largo viaje
hasta lo más profundo de tu corazón.
Avanza a lo largo de tu amor recién hecho,
como a contracorriente del río
hasta encontrar su fuente.
Y al principio y al final me encontrarás a mí.
Pues me llamo AMOR y soy AMOR, desde siempre.
Y como tú tienes hambre de amor, he ido poniendo
en tu camino a todos los hermanos para que vayas amando.
Créeme, el amor necesita un largo entrenamiento, y no hay
diversas clases de amor, sino una sola:
Amar es olvidarse de sí mismo para ir hacia los demás.
Feliz día del Amor Fraterno a todos.
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