Articulo I
Queda decretado que ahora vale la verdad.
Ahora vale la vida, y de manos dadas
marcharemos todos por la vida verdadera.
Articulo II
Queda decretado que todos los días de la semana,
inclusive los martes más grises,
tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.
Articulo III
Queda decretado que, a partir de este instante,
habrá girasoles en todas las ventanas,
y los girasoles tendrán derecho
a abrirse dentro de la sombra;
las ventanas deben permanecer, el día entero,
abiertas para el verde donde crece la esperanza.
Articulo IV
Queda decretado que el hombre
no precisará nunca más dudar del hombre.
Que el hombre confiará en el hombre
como la palmera confía en el viento,
como el viento confía en el aire,
como el aire confía en el campo azul del cielo.
Parágrafo único:
El hombre, confiará en el hombre
como un niño confía en otro niño.
Articulo V
Queda decretado que los hombres
están libres del yugo de la mentira.
Nunca más será preciso usar
la coraza del silencio ni la armadura
de las palabras.
El hombre se sentará a la mesa
con su mirada limpia, porque la verdad
pasará a ser servida antes del postre.
Articulo VI
Queda establecido, que durante diez siglos,
el lobo y el cordero pastaran juntos
y la comida de ambos tendrá el mismo gusto de aurora.
De acuerdo a lo soñado por el profeta Isaías.
Articulo VII
Por decreto irrevocable queda establecido
el reinado permanente de la justicia y de la claridad,
y la alegría será una bandera generosa
para siempre desplegada en el alma del pueblo.
Thiago de Mello
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