Hoy hace 42 años del asesinato en Memphis del Pastor Baptista Martin Luther King.
A finales de marzo de 1968, Martin Luther King se desplazó a Memphis (Tennessee) para apoyar a los basureros negros locales que estaban en huelga desde el 12 de marzo con el objeto de obtener una mejora salarial y un mejor trato.
A los afroamericanos se les pagaba 1'70 dólares por hora y no se les pagaba cuando no podían trabajar por razones climatológicas, al contrario de lo que se hacía con los trabajadores blancos.
Como consecuencia de las protestas pacíficas, estalló una oleada de violencia contra ellas que degeneró en el asesinato de un joven afroamericano.
El 3 de abril, en el Mason Temple, Martin Luther hizo el discurso profético "He estado en la cima de la montaña" ante una auditorio eufórico:
No es verdaderamente importante lo que ahora ocurre... Algunos han comenzado a […] hablar de amenazas que se perfilan. ¿Qué es lo que me podría ocurrir por parte de uno de nuestros malvados hermanos blancos? … Como todo el mundo, a mí me gustaría vivir mucho tiempo. La longevidad es importante, pero eso es algo que ahora no me preocupa. Yo solo quiero cumplir la voluntad de Dios. ¡Y él me ha autorizado a subir a la montaña! Y he mirado en torno a mí y he visto la tierra prometida. Puede que yo no vaya allí con vosotros. Pero quiero que sepáis esta noche que nosotros llegaremos como pueblo a la tierra prometida. Y estoy muy feliz esta noche. No tengo ningún temor. No tengo miedo de ningún hombre. ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del señor!
El 4 de abril de 1968 a las 18 horas y un minuto, Martin Luther King fue asesinado por un segregacionista blanco en el balcón del Lorraine Motel en Memphis (Tennessee). Sus últimas palabras en ese balcón fueron dirigidas al músico Ben Branch, quien iba a actuar esa noche durante una reunión pública a la que asistiría Martin Luther: Ben, prepárate para tocar Precious Lord, Take My Hand en la reunión de esta noche. Tócala de la manera más hermosa.
Sus amigos, que estaban dentro de la habitación, al oír los disparos corrieron hacia el balcón donde encontraron a Luther King con un bala en la garganta. Su muerte fue declarada en el St. Joseph's Hospital a las 19h05. El asesinato provocó una oleada de motines raciales en 60 ciudades de los Estados Unidos que provocaron numerosas muertes y obligaron a la intervención de la guardia nacional.
Cinco días más tarde, el presidente Johnson decretó un día de luto nacional (el primero por un afroamericano) en honor de Martin Luther King. 300000 personas asistieron a sus funerales.
A petición de su viuda, Martin Luther hizo su propia oración fúnebre con su último sermón, «Drum Major», grabado en la 'Ebenezer Baptist Church.
En este sermón, pidió que en sus funerales no se hiciese mención alguna de sus premios sino que se dijese que él había intentado «alimentar a los hambrientos», «vestir a los desnudos», «ser justo sobre el asunto de Vietnam» y «amar y servir a la humanidad». A petición suya, su amiga Mahalia Jackson cantó su himno favorito, Take My Hand, Precious Lord.
Tras el asesinato, la ciudad de Memphis negoció el fin de la huelga de una manera favorable a los basureros.
A finales de marzo de 1968, Martin Luther King se desplazó a Memphis (Tennessee) para apoyar a los basureros negros locales que estaban en huelga desde el 12 de marzo con el objeto de obtener una mejora salarial y un mejor trato.
A los afroamericanos se les pagaba 1'70 dólares por hora y no se les pagaba cuando no podían trabajar por razones climatológicas, al contrario de lo que se hacía con los trabajadores blancos.
Como consecuencia de las protestas pacíficas, estalló una oleada de violencia contra ellas que degeneró en el asesinato de un joven afroamericano.
El 3 de abril, en el Mason Temple, Martin Luther hizo el discurso profético "He estado en la cima de la montaña" ante una auditorio eufórico:
No es verdaderamente importante lo que ahora ocurre... Algunos han comenzado a […] hablar de amenazas que se perfilan. ¿Qué es lo que me podría ocurrir por parte de uno de nuestros malvados hermanos blancos? … Como todo el mundo, a mí me gustaría vivir mucho tiempo. La longevidad es importante, pero eso es algo que ahora no me preocupa. Yo solo quiero cumplir la voluntad de Dios. ¡Y él me ha autorizado a subir a la montaña! Y he mirado en torno a mí y he visto la tierra prometida. Puede que yo no vaya allí con vosotros. Pero quiero que sepáis esta noche que nosotros llegaremos como pueblo a la tierra prometida. Y estoy muy feliz esta noche. No tengo ningún temor. No tengo miedo de ningún hombre. ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del señor!
El 4 de abril de 1968 a las 18 horas y un minuto, Martin Luther King fue asesinado por un segregacionista blanco en el balcón del Lorraine Motel en Memphis (Tennessee). Sus últimas palabras en ese balcón fueron dirigidas al músico Ben Branch, quien iba a actuar esa noche durante una reunión pública a la que asistiría Martin Luther: Ben, prepárate para tocar Precious Lord, Take My Hand en la reunión de esta noche. Tócala de la manera más hermosa.
Sus amigos, que estaban dentro de la habitación, al oír los disparos corrieron hacia el balcón donde encontraron a Luther King con un bala en la garganta. Su muerte fue declarada en el St. Joseph's Hospital a las 19h05. El asesinato provocó una oleada de motines raciales en 60 ciudades de los Estados Unidos que provocaron numerosas muertes y obligaron a la intervención de la guardia nacional.
Cinco días más tarde, el presidente Johnson decretó un día de luto nacional (el primero por un afroamericano) en honor de Martin Luther King. 300000 personas asistieron a sus funerales.
A petición de su viuda, Martin Luther hizo su propia oración fúnebre con su último sermón, «Drum Major», grabado en la 'Ebenezer Baptist Church.
En este sermón, pidió que en sus funerales no se hiciese mención alguna de sus premios sino que se dijese que él había intentado «alimentar a los hambrientos», «vestir a los desnudos», «ser justo sobre el asunto de Vietnam» y «amar y servir a la humanidad». A petición suya, su amiga Mahalia Jackson cantó su himno favorito, Take My Hand, Precious Lord.
Tras el asesinato, la ciudad de Memphis negoció el fin de la huelga de una manera favorable a los basureros.
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