En una exacta
foto del diario
señor ministro
del imposible,
vi en pleno gozo,
y en plena euforia
y en plena risa
su rostro simple.
Seré curioso
señor ministro,
de qué se ríe,
de qué se ríe.
De su ventana
se ve la playa,
pero se ignoran
los cantegriles.
Tienen sus hijos
ojos de mando,
pero otros tienen
mirada triste.
Aquí en la calle
suceden cosas
que ni siquiera
pueden decirse.
Los estudiantes
y los obreros
ponen los puntos
sobre las íes.
Por eso digo
señor ministro,
de qué se ríe,
de qué se rí.
Usté conoce
mejor que nadie
la ley amarga
de estos países.
Ustedes duros
con nuestra gente,
por qué con otros
son tan serviles.
Cómo traicionan
el patrimonio
mientras el gringo
nos cobra el triple.
Cómo traicionan
usté y los otros
los adulones
y los seniles.
Por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe.
Aquí en la calle
sus guardias matan
y los que mueren
son gente humilde.
Y los que quedan
llorando de rabia
seguro piensan
en el desquite.
Allá en la celda
sus hombres hacen
sufrir al hombre
y eso no sirve.
Después de todo
usté es el palo
mayor de un barco
que se va a pique.
Seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe.
Mario Benedetti
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