El bebé mide aproximadamente 17 centimetros y pesa unos 200 gramos.
El cartílago que conforma el esqueleto está a punto de convertirse en hueso.
En sus dedos, las uñas están completamente formadas y sus huellas dactilares, únicas e irremplazables, pueden distinguirse con claridad.
Ya poseé un pequeño repertorio de expresiones faciales, es capaz de bostezar y hasta de tener hipo, y se muestra sorprendentemente juguetón con el cordón umbilical o dando vueltas sobre sí mismo mientras flota en el líquido amniótico.
Ha adquirido mayor tono muscular, lo que se traduce en movimientos más coordinados y vigorosos. En la médula ósea se están formando los glóbulos rojos.
Su cuerpo se recubre poco a poco con el vérnix caseoso, una capa cerosa de grasa que tiene por objeto proteger su piel del líquido amniótico.
El cartílago que conforma el esqueleto está a punto de convertirse en hueso.
En sus dedos, las uñas están completamente formadas y sus huellas dactilares, únicas e irremplazables, pueden distinguirse con claridad.
Ya poseé un pequeño repertorio de expresiones faciales, es capaz de bostezar y hasta de tener hipo, y se muestra sorprendentemente juguetón con el cordón umbilical o dando vueltas sobre sí mismo mientras flota en el líquido amniótico.
Ha adquirido mayor tono muscular, lo que se traduce en movimientos más coordinados y vigorosos. En la médula ósea se están formando los glóbulos rojos.
Su cuerpo se recubre poco a poco con el vérnix caseoso, una capa cerosa de grasa que tiene por objeto proteger su piel del líquido amniótico.
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