El bebé mide aproximadamente 20 centimetros y pesa alrededor de 330 gramos.
El cerebro ha alcanzado ya un alto grado de madurez y las células nerviosas que transmiten los estímulos de los sentidos están perfectamente especializadas.
Esto significa que puede oír los sonidos, si bien distorsionados por el líquido amniótico, y hasta reconocer algunos de ellos, cómo la voz de la madre o determinada música.
Sus ojos todavía permanecen cerrados pero ya se mueven de un lado a otro y pueden efectuar ligeros parpadeos.
En el caso de que el bebé sea una niña, su aparato reproductor está totalmente formado y los ovarios contienen ya todos los óvulos: aproximadamente unos siete millones.
Su expresión facial resulta muy plácida, y en su cabeza se pueden ver ya perfectamente el cabello y las cejas, aunque todavía carecen de pigmentación.
El cerebro ha alcanzado ya un alto grado de madurez y las células nerviosas que transmiten los estímulos de los sentidos están perfectamente especializadas.
Esto significa que puede oír los sonidos, si bien distorsionados por el líquido amniótico, y hasta reconocer algunos de ellos, cómo la voz de la madre o determinada música.
Sus ojos todavía permanecen cerrados pero ya se mueven de un lado a otro y pueden efectuar ligeros parpadeos.
En el caso de que el bebé sea una niña, su aparato reproductor está totalmente formado y los ovarios contienen ya todos los óvulos: aproximadamente unos siete millones.
Su expresión facial resulta muy plácida, y en su cabeza se pueden ver ya perfectamente el cabello y las cejas, aunque todavía carecen de pigmentación.
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