Semana 33

Celia mide ya unos 42 centimetros y pesa alrededor de 2,1 kilos.
La capa de grasa que ha ido acumulando debajo de la piel desde hace unas semanas le da un aspecto bastante rollizo.
Los millones de células que conforman su cerebro le permiten entender parte de lo que sucede en el mundo que le rodea como, por ejemplo, diferenciar algunas voces, ver e incluso experimentar sensaciones.
Ya es capaz de fijar la mirada en lo que tiene más cerca y durante el sueño realiza rápidos movimientos con los ojos que constituyen un indicio de que está soñando.
Su movilidad es ya muy reducida en el interior de la placenta y su principal entretenimiento consiste en absorber grandes cantidades de líquido amniótico que elimina principalmente a través de la orina.
En su intestino, empieza a depositarse el meconio, una sustancia de color negruzco formada por desechos del líquido amniótico, bilis, lanugo y moco, que constituirán las primeras heces del recién nacido.