No quisiera quedarme apático, indiferente a todo, frío, ajeno a Ti, a los otros y a mis propias fuerzas. ¿Qué sería una vida así? Sin tormentas ni remansos de paz. Sin cuestas de enero, en las que parece que el mundo da vértigo, o sin momentos de quietud en los que todo vuelve a su sitio.
¿Qué sería mi vida si no hubiese en ella ilusiones, zozobra, instantes de dicha y otros de desasosiego? ¿Qué sería mi historia sin lágrimas ni risas? ¿Qué sería cada día sin amor o desamor? Gracias por crearme así, sensible, sentimental (que quiere decir capaz de sentir –ojalá mucho-) capaz de vibrar, temblar, volverme loco a ratos...
¿Qué sería mi vida si no hubiese en ella ilusiones, zozobra, instantes de dicha y otros de desasosiego? ¿Qué sería mi historia sin lágrimas ni risas? ¿Qué sería cada día sin amor o desamor? Gracias por crearme así, sensible, sentimental (que quiere decir capaz de sentir –ojalá mucho-) capaz de vibrar, temblar, volverme loco a ratos...
NO OS OLVIDÉIS DE LA VIDA
Cuando vengáis, no os olvidéis la vida,
mantenida caliente entre los brazos.
No seáis espectadores. A retazos
no la desparraméis por la avenida.
Traedla tal cual es, vida vivida:
doblegada de viento y de zarpazos
arañada; tiesa también con lazos
de paz, de amor, de júbilo prendida.
Venid sin maquillar. Portad la duda,
el desencanto, el grito de protesta.
Vestíos de todo aquello que hoy se lleva.
Pero llegue vuestra alma bien desnuda,
con hambre de banquete, ansia de fiesta,
de par en par abierta a vida nueva.
Jorge Blajot
No hay comentarios:
Publicar un comentario