El pasado dos de enero falleció mi abuelo Fernando.
Era una buena persona con un gran sentido de la justicia.
Esta tarde celebramos su funeral, y lo que queremos es celebrar lo que fue su vida y lo que dejó a su paso.
Puedes llorar porque se ha ido o puedes sonreír porque ha vivido;
puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva,
o puedes abrirlos para ver lo que ha dejado;
tu corazón puede estar vacio porque no lo puedes ver,
o puede estar lleno del amor que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacio, o dar la espalda,
o puedes hacer lo que a él le gustaría:
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
(Anónimo escocés)
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