El año pasado, Marcel Zentner y sus colegas de la Universidad de York estudiaron a varios bebés de cinco meses a dos años de edad y llegaron a la conclusión de que nacemos con una predisposición a moverse rítmicamente en respuesta a la música. Según Zentner, es el ritmo más que la melodía lo que produce una respuesta. Además "cuanto más sincronizan sus movimientos con la música, más sonríen los niños", concluía el investigador.
Zentner asegura que aún no está claro por qué los humanos hemos desarrollado esta predisposición. Una posibilidad es que la capacidad para procesar la música fuera favorecida por la selección natural sobre otros rasgos. Las conclusiónes se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences Online.
Publicado por Muy Interesante
Zentner asegura que aún no está claro por qué los humanos hemos desarrollado esta predisposición. Una posibilidad es que la capacidad para procesar la música fuera favorecida por la selección natural sobre otros rasgos. Las conclusiónes se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences Online.
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