No perdamos la vida en miradas chatas. Alcemos los ojos, más allá de los muros pequeños que quieren restringir nuestra vista. Aprendamos a escalar las tapias, y a indagar, más allá. Más allá de la convención y la rutina. Más allá de lo que se lleva o no se lleva. Más allá de la fe rebajada, o la increencia de moda. Más allá de los tópicos y las discusiones interminables. Más allá de la queja infantil. Más allá de la palabrería… Mucho más allá.
Tú eres tú
No te merezco, no. Yo canto, canto,
y te quiero, te quiero, sí, te quiero,
y sólo por ti vivo y por ti muero,
y sé que hasta tu cima me levanto.
Pero no es en tu cima en donde canto,
sino en el valle en que me desespero
de no poder vivir siempre señero,
y callar, callar sólo, amarte tanto.
Oh, bajo y pobre mundo, limitado
poder de la expresión, oh lengua mía.
en cambio tu mirada, qué logrado
silencio y poderosa luz del día.
Tú me devuelves más que yo te he dado,
pues tú eres tú, yo sólo mi poesía.
Vicente Gaos
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