20 meses y cada día más bonita....
Mi tesoro, que feliz soy de que estés en mi vida!!!!
Me gusta...
... Demostrar cuánto sé: señalo partes del cuerpo cuando me lo pedís, sé los ruidos que hacen varios animales (si me los habéis enseñado, claro).
... Que me lleven en volandas, o a hombros. En general me encantan todos los juegos con vosotros.
... Pasear arrastrando un perrito de juguete o una caja de cartón.
Necesito... mucha alegría a mi alrededor. Y papás incansables, dispuestos todo el día a jugar, a correr, a responderme...Pero también que me consuelen si me hago daño y me comprendan cuando estoy cansado. Vosotros podéis “traducir” en palabras lo que me pasa. El mundo de los sentimientos es muy complejo.
...Y yo también necesito saber qué os pasa a vosotros. Porque a veces estáis “raros (¿será eso la tristeza?). Y algunas tardes, parecéis muy enfadados (¿o quizá cansados?). Si me lo explicáis lo entenderé poquito a poco.
Ya sé... quitarme la ropa: los calcetines, los pantalones. (¡Hace mucho que me quito solo los zapatos!). Pero también colaboro a la hora de vestirme. Y de paso aprendo cómo se llaman las “mangas”, los “calcetines”, los “botones”... o las risas cuando asoma ¡al fin ! mi cabeza por el cuello del jersey o cuando “desaparecen” mis manos.
No me conviene... ver la tele demasiado rato. Hay pocas cosas para mi edad y, además, debo practicar actividades diferentes, conocer gente, salir a aire libre, jugar con plastilina, “ayudar” en casa...
No me desaniméis a colaborar en cosas de casa solo porque soy pequeño. Puedo aprender poco a poco. Y esas pequeñas aportaciones hacen que me sienta importante.
Creo que vosotros... sois unos papás estupendos, ¡con lo difícil que me pongo a veces! Parece mentira que me sigáis queriendo. Es que... me sientan tan bien vuestros abrazos después de un berrinche. Siento que me habéis perdonado, que sigo siendo vuestro querido bebé, que tenemos una nueva oportunidad de disfrutar juntos.
Algunos padres piensan... que los malos hábitos se deben dejar poco a poco y los buenos se adquieren de una vez. ¡Es justo al revés!: Las manías y vicios se deben suprimir de golpe: un NO a tiempo, la desaparición del chupete o del biberón de media noche. En cambio, los bebés necesitamos tiempo para aprender a pedir por favor, a esperar el turno, a comer sin ensuciar...
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