Fue el hombre que apostó por el cine espectáculo sin complejos. Para unos, uno de los cineastas más importantes de finales de los ochenta y principios de los noventa en el Hollywood más taquillero. El director que empujó en el cine de acción hacia otros géneros, como la comedia y el drama romántico. Para otros, el hermano con menos talento. Porque la carrera de Tony Scott ha estado ligada siempre a la de su hermano mayor Ridley. Y ayer al mediodía en Los Ángeles (residía en Beverly Hills), Tony Scott , dejó solo a Ridley. El responsable de títulos como Top gun, Amor a quemarropa y Marea roja ha muerto este domingo a los 68 años al lanzarse desde el puente Vincent Thomas, en San Pedro, en el puerto al sur de Los Ángeles. De acuerdo con la versión de los testigos, alrededor de las 12.30 del domingo (21.00 hora peninsular) el cineasta aparcó su coche, un Toyota Prius, en el puente, escaló y saltó la verja de seguridad de dos metros, y se arrojó al vacío.Tres horas más tarde, las fuerzas de seguridad recuperaron su cuerpo en el puerto, de acuerdo con el teniente Joe Bale, de la Oficina del Forense del Condado de Los Ángeles.
Según informa Los Angeles Times , la policía ha encontrado una nota de suicidio en el despacho del director, aunque no se ha hecho pública. Otros medios de comunicación estadounidenses como la ABC aseguran que Scott padecía un tumor cerebral inoperable y que eso le empujó al suicidio.
Anthony David Scott nació en North Shields (Northumberland) en Inglaterra el 21 de junio de 1944. Hijo pequeño en una familia de clase obrera, con 16 años Tony protagonizó el primer corto que dirigió su hermano Ridley (que entonces tenía 23): Boy and bicycle. Y tras ese debut, siguió los pasos de Ridley: estudió arte en Grangefield School, en West Hartlepool College of Arts y en Sunderland Art School, porque su intención primigenia era ser pintor. Y decidió filmar documentales para la BBC. Ridley le convenció de que lo hiciera en su productora, Ridley Scott Associates, y así comenzó su brillante carrera como realizador de anuncios, la faceta que hizo ricos y populares a los Scott: entre finales de los setenta y principios de los ochenta, Tony rodó un millar de spots publicitarios. En 1980 -justo el año en que murió víctima de un cáncer Frank, el Scott mayor, marino mercante- comenzaron a llegar los cantos de sirena de Hollywood a oídos de Tony, con Ridley ya lanzado con Los duelistas y Alien. Él intentó comprar los derechos del libro Entrevista con el vampiro, pero MGM, que ya tenía en desarrollo otra película de chupasangres, le ofreció otro proyecto: El ansia (1982), con David Bowie, Susan Sarandon y Catherine Deneuve. El desastre en taquilla deslució su apuesta formal en el diseño de producción y en la fotografía (lo que se convertiría en su marca de la casa, junto a sus frenéticos movimientos de cámara), pero no todos en Hollywood renegaron de El ansia: los productores Jerry Bruckheimer y Don Simpson le ofrecieron (tras ver el filme y su anuncio de coches Saab) el guion de Top gun. En 1985, con su estreno, Tom Cruise, el protagonista, y Tony Scott se convirtieron en superestrellas. Este drama romántico-militar tuvo tal éxito que el ejército estadounidense multiplicó sus reclutas gracias a la visión grandilocuente y romántica de Top gun.
Dos años más tarde Simpson y Bruckheimer le volvieron a llamar para Superdetective en Hollywood 2 (durante su rodaje Tony se lió con la estrella femenina Brigitte Nielsen, en esos momentos esposa de Stallone; el reconocimiento del affaire acabó con el segundo matrimonio del director), y repitió éxitos en taquilla con Revenge (Venganza) y Días de trueno -de la que él mismo reconoció que no era su mejor trabajo-.
Después de la infravalorada El último boy scout (1991), Scott filmó el thriller Amor a quemarropa (1993), una historia de ladrones de medio pelo con Christian Slater y Patricia Arquette, con un soberbio guion de Quentin Tarantino y una brutal actuación de Christopher Walken; Marea roja (1995), acción bélica submarina con retoques en el libreto de Tarantino y protagonizada por Denzel Washington, que se convirtió en su actor fetiche; y Fanático (1996) con Robert de Niro y Wesley Snipes.
Otro de sus grandes éxitos de taquilla fue Enemigo público (1998), una trama de conspiraciones y espionaje con Will Smith, a la que siguieron Spy game (2001), El fuego de la venganza (2004) y Domino (2005) -la vida de la modelo reconvertida en cazarrecompensas-.
En sus últimas tres películas tuvo a Washington como protagonista: Déjà vu (2006), Asalto al tren Pelhalm 1, 2, 3 (2009) e Imparable (2010).
Además, a través de la productora Scott Free, montada con su hermano y en la que se involucró en producir a Ridley y a su sobrino Jake, también realizó series de éxito como Numb3rs y The good wife. Como director de anuncios publicitarios, Scott trabajó para marcas como DIM, Barclays Bank, Marlboro y el Ejército de Estados Unidos . También dirigió varios videoclips, entre ellos el del tema George Michael One more try (perteneciente al disco Faith, de 1988)
Entre sus nuevos proyectos, Scott preparaba una secuela de Top gun, que iba a contar con la participación de Cruise y el productor Jerry Bruckheimer, según informa la web Deadline. También preparaba otro thriller sobre el narcotráfico titulado Narco sub, con guión de David Guggenheim, y la película Hells Angels. The movie.
1 comentario:
qué penita..... Mi vida no hubiera sido lo mismo sin Top Gun
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