La vida sobre ruedas o a caballo,
yendo y viniendo de misión cumplida,
árbol entre los árboles me callo
y oigo cómo se acerca tu venida.
Cuando menos Te encuentro, más Te hallo,
libres los dos de nombre y de medida.
Dueño del miedo que te doy vasallo,
vivo de la esperanza de Tu vida.
Al acecho del reino diferente
voy amando las cosas y la gente,
ciudadano de todo y extranjero.
Y me llama tu paz como un abismo
mientras cruzo las sombras, guerrillero
del Mundo, de la Iglesia y de mí mismo.
Pedro Casaldáliga
No hay comentarios:
Publicar un comentario