Colby Chipman es un autista que a los siete años observó como su madre golpeó un pingüino de juguete. Después realizó un dibujó con el lema: 'Prohibido dar patadas a los pingüinos'.
A través de las redes sociales la historia y el dibujo llegaron a un investigador de la Antártida que imprimió el dibujo y colocó los carteles en los alrededores de la base científica.
El dibujo ha alcanzado tal popularidad en la web, que a través de la página www.nokickingpenguins.org se comercializan todo tipo de objetos.
Los ingresos obtenidos se donan a la asociación nacional del autismo en EEUU.
Fuente: ALLPE Medio Ambiente.
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