domingo, 14 de junio de 2009

Se vende agua del río

Aquel día, el sermón del Maestro se redujo a una sola y enigmática sentencia.
Se limitó a sonreír con ironía y a decir: "Todo lo que yo hago aquí es estar sentado en la orilla y vender agua del río".
Y concluyó su sermón.

El aguador había instalado su puesto a la orilla del río y acudían miles de personas a comprarle agua. Todo el éxito de su negocio dependía de que aquellas personas no vieran el río. Cuando, al fin, lo vieron, él cerró el negocio.

Anthony De Mello

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