Celia mide aproximadamente 48 cm y pesa alrededor de 2,9 kilos.Todos sus órganos están suficientemente desarrollados como para que pueda vivir de forma autónoma fuera del útero.
Sigue creciendo y acumulando grasa para el día del nacimiento y su principal ocupación consiste en realizar movimientos prerrespiratorios con los que se prepara para respirar su primera bocanada de aire.
Si naciera en este momento, ya no sería considerado prematuro sino un bebé a término.
Su piel se ha vuelto más gruesa y ha cambiado su color rosado por otro más blanquecino; éste es el resultado de la acumulación del tejido adiposo bajo su superficie. Del lanugo que la recubría ya no queda huella o excepcionalmente algunos restos en los hombros y el cuello.
Apenas puede moverse, mantiene las piernas flexionadas sobre su cuerpo y los brazos cruzados, y su principal ocupación, además de engordar, consiste en cerrar y abrir los ojos y la boca.
Sus pulmones ya están casi listos para funcionar y la producción de surfactante se ha intensificado, lo que le permitirá mantener abiertos los alvéolos.
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