jueves, 31 de marzo de 2011

Y entonces vió la luz

Hoy hace 10 años que murió mi abuela Esperanza. La recuerdo mucho, y todavía la extraño. Supongo que da igual el tiempo que pase, a quien se ha querido, se le extraña siempre. Creo que le habría gustado conocer a Celia, y ver cómo yo he crecido y he formado mi propia familia. Creo que lo ha visto, y creo que debe estar contenta.

Y entonces vio la luz

Y entonces vio la luz. La luz que entraba
por todas las ventanas de su vida.
Vio que el dolor precipitó la huida
y entendió que la muerte ya no estaba.

Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.

Acabar de llorar y hacer preguntas;
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;
tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura.

José Luis Martín Descalzo
(El testamento del pájaro solitario)

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