viernes, 31 de octubre de 2008
Esto es Halloween...
Niños, niñas y los demás, si venís os voy a enseñar,
algo extraño que hay aquí, la ciudad de Halloween,
esto es Halloween, esto es Halloween.
Gritos en la oscuridad. Esto es Halloween!
La función ya va a empezar, somos traviesos y a todos vamos a asustar.
Mi ciudad ¡Vamos a gritar! En la ciudad de Halloween.
Yo soy el monstruo que se esconde en todas partes
dientes afilados, ojos muy brillantes,
yo siempre me escondo detrás de la escalera,
siempre tengo arañas en mi cabellera.
Esto es Halloween, esto es Halloween, Halloween, Halloweenn...
En la ciudad, que es mi hogar, el día de difuntos voy a celebrar,
mi ciudad, os encantará, todo el mundo sabe que algo va a pasar.
Mira dónde vas, muy bien escondido hay algo que te asustará y te hará gritar!
¡Gritar!
Esto es Halloween.
¡Míralo!
¡Qué asco da!
¿Te asusté? ¡Pues ay que bien!
Si quereis apostar, tira el dado y a jugar
brilla la luna en la oscuridad.
¡Vamos a gritar! ¡Vamos a gritar!
En la ciudad de Halloween,
yo soy el payaso que te hace llorar,
de pronto aparece y desaparecerá.
Yo soy aquel al que nunca veis,
yo soy el viento estremecedor, sueño enemigo del astro rey
lleno tus sueños de terror.
Esto es Halloween, esto es Halloween.
Escuchadme con atención sin temor no hay emoción,
junto a ti yo soy feliz trabajando en Halloween.
Mi ciudad, os encantará, todo el mundo sabe que algo va a pasar.
Si Jack Skellington te atrapa un susto de muerte te dará y verás...
Esto es Halloween
¡Vamos a gritar!
Vamos a aclamar a un tipo especial,
nuestro Jack es Rey de la Oscuridad,
todos aplauden al Rey del Mal.
Esto es Halloween...
En la ciudad, que es mi hogar,
el día de difuntos voy a celebrar...
LA, LA, LA
LA, LA, LA, LA, LA...
¡HUY!
jueves, 30 de octubre de 2008
Frases de Cine: La novia cadaver
Noche de Brujas y Gatos Negros
miércoles, 29 de octubre de 2008
Grandes Parejas: Jack y Sally
"JACK-O-LANTERN" y "TRICK OR TREAT"
EL ORIGEN DEL "TRICK OR TREAT"
martes, 28 de octubre de 2008
El corazón delator
Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejante al de un buitre... Un ojo celeste, y velado por una tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente, me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.
Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos no saben nada. En cambio... ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podido ver con qué habilidad procedí! ¡Con qué cuidado... con qué previsión... con qué disimulo me puse a la obra! Jamás fui más amable con el viejo que la semana antes de matarlo. Todas las noches, hacia las doce, hacía yo girar el picaporte de su puerta y la abría... ¡oh, tan suavemente! Y entonces, cuando la abertura era lo bastante grande para pasar la cabeza, levantaba una linterna sorda, cerrada, completamente cerrada, de manera que no se viera ninguna luz, y tras ella pasaba la cabeza. ¡Oh, ustedes se hubieran reído al ver cuán astutamente pasaba la cabeza! La movía lentamente... muy, muy lentamente, a fin de no perturbar el sueño del viejo. Me llevaba una hora entera introducir completamente la cabeza por la abertura de la puerta, hasta verlo tendido en su cama. ¿Eh? ¿Es que un loco hubiera sido tan prudente como yo? Y entonces, cuando tenía la cabeza completamente dentro del cuarto, abría la linterna cautelosamente... ¡oh, tan cautelosamente! Sí, cautelosamente iba abriendo la linterna (pues crujían las bisagras), la iba abriendo lo suficiente para que un solo rayo de luz cayera sobre el ojo de buitre. Y esto lo hice durante siete largas noches... cada noche, a las doce... pero siempre encontré el ojo cerrado, y por eso me era imposible cumplir mi obra, porque no era el viejo quien me irritaba, sino el mal de ojo. Y por la mañana, apenas iniciado el día, entraba sin miedo en su habitación y le hablaba resueltamente, llamándolo por su nombre con voz cordial y preguntándole cómo había pasado la noche. Ya ven ustedes que tendría que haber sido un viejo muy astuto para sospechar que todas las noches, justamente a las doce, iba yo a mirarlo mientras dormía.
Al llegar la octava noche, procedí con mayor cautela que de costumbre al abrir la puerta. El minutero de un reloj se mueve con más rapidez de lo que se movía mi mano. Jamás, antes de aquella noche, había sentido el alcance de mis facultades, de mi sagacidad. Apenas lograba contener mi impresión de triunfo. ¡Pensar que estaba ahí, abriendo poco a poco la puerta, y que él ni siquiera soñaba con mis secretas intenciones o pensamientos! Me reí entre dientes ante esta idea, y quizá me oyó, porque lo sentí moverse repentinamente en la cama, como si se sobresaltara. Ustedes pensarán que me eché hacia atrás... pero no. Su cuarto estaba tan negro como la pez, ya que el viejo cerraba completamente las persianas por miedo a los ladrones; yo sabía que le era imposible distinguir la abertura de la puerta, y seguí empujando suavemente, suavemente.
Había ya pasado la cabeza y me disponía a abrir la linterna, cuando mi pulgar resbaló en el cierre metálico y el viejo se enderezó en el lecho, gritando:
-¿Quién está ahí?
Permanecí inmóvil, sin decir palabra. Durante una hora entera no moví un solo músculo, y en todo ese tiempo no oí que volviera a tenderse en la cama. Seguía sentado, escuchando... tal como yo lo había hecho, noche tras noche, mientras escuchaba en la pared los taladros cuyo sonido anuncia la muerte.
Oí de pronto un leve quejido, y supe que era el quejido que nace del terror. No expresaba dolor o pena... ¡oh, no! Era el ahogado sonido que brota del fondo del alma cuando el espanto la sobrecoge. Bien conocía yo ese sonido. Muchas noches, justamente a las doce, cuando el mundo entero dormía, surgió de mi pecho, ahondando con su espantoso eco los terrores que me enloquecían. Repito que lo conocía bien. Comprendí lo que estaba sintiendo el viejo y le tuve lástima, aunque me reía en el fondo de mi corazón. Comprendí que había estado despierto desde el primer leve ruido, cuando se movió en la cama. Había tratado de decirse que aquel ruido no era nada, pero sin conseguirlo. Pensaba: "No es más que el viento en la chimenea... o un grillo que chirrió una sola vez". Sí, había tratado de darse ánimo con esas suposiciones, pero todo era en vano. Todo era en vano, porque la Muerte se había aproximado a él, deslizándose furtiva, y envolvía a su víctima. Y la fúnebre influencia de aquella sombra imperceptible era la que lo movía a sentir -aunque no podía verla ni oírla-, a sentir la presencia de mi cabeza dentro de la habitación.
Después de haber esperado largo tiempo, con toda paciencia, sin oír que volviera a acostarse, resolví abrir una pequeña, una pequeñísima ranura en la linterna.
Así lo hice -no pueden imaginarse ustedes con qué cuidado, con qué inmenso cuidado-, hasta que un fino rayo de luz, semejante al hilo de la araña, brotó de la ranura y cayó de lleno sobre el ojo de buitre.
Estaba abierto, abierto de par en par... y yo empecé a enfurecerme mientras lo miraba. Lo vi con toda claridad, de un azul apagado y con aquella horrible tela que me helaba hasta el tuétano. Pero no podía ver nada de la cara o del cuerpo del viejo, pues, como movido por un instinto, había orientado el haz de luz exactamente hacia el punto maldito.
¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos? En aquel momento llegó a mis oídos un resonar apagado y presuroso, como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Aquel sonido también me era familiar. Era el latir del corazón del viejo. Aumentó aún más mi furia, tal como el redoblar de un tambor estimula el coraje de un soldado.
Pero, incluso entonces, me contuve y seguí callado. Apenas si respiraba. Sostenía la linterna de modo que no se moviera, tratando de mantener con toda la firmeza posible el haz de luz sobre el ojo. Entretanto, el infernal latir del corazón iba en aumento. Se hacía cada vez más rápido, cada vez más fuerte, momento a momento. El espanto del viejo tenía que ser terrible. ¡Cada vez más fuerte, más fuerte! ¿Me siguen ustedes con atención? Les he dicho que soy nervioso. Sí, lo soy. Y ahora, a medianoche, en el terrible silencio de aquella antigua casa, un resonar tan extraño como aquél me llenó de un horror incontrolable. Sin embargo, me contuve todavía algunos minutos y permanecí inmóvil. ¡Pero el latido crecía cada vez más fuerte, más fuerte! Me pareció que aquel corazón iba a estallar. Y una nueva ansiedad se apoderó de mí... ¡Algún vecino podía escuchar aquel sonido! ¡La hora del viejo había sonado! Lanzando un alarido, abrí del todo la linterna y me precipité en la habitación. El viejo clamó una vez... nada más que una vez. Me bastó un segundo para arrojarlo al suelo y echarle encima el pesado colchón. Sonreí alegremente al ver lo fácil que me había resultado todo. Pero, durante varios minutos, el corazón siguió latiendo con un sonido ahogado. Claro que no me preocupaba, pues nadie podría escucharlo a través de las paredes. Cesó, por fin, de latir. El viejo había muerto. Levanté el colchón y examiné el cadáver. Sí, estaba muerto, completamente muerto. Apoyé la mano sobre el corazón y la mantuve así largo tiempo. No se sentía el menor latido. El viejo estaba bien muerto. Su ojo no volvería a molestarme.
Si ustedes continúan tomándome por loco dejarán de hacerlo cuando les describa las astutas precauciones que adopté para esconder el cadáver. La noche avanzaba, mientras yo cumplía mi trabajo con rapidez, pero en silencio. Ante todo descuarticé el cadáver. Le corté la cabeza, brazos y piernas.
Levanté luego tres planchas del piso de la habitación y escondí los restos en el hueco. Volví a colocar los tablones con tanta habilidad que ningún ojo humano -ni siquiera el suyo- hubiera podido advertir la menor diferencia. No había nada que lavar... ninguna mancha... ningún rastro de sangre. Yo era demasiado precavido para eso. Una cuba había recogido todo... ¡ja, ja!
Cuando hube terminado mi tarea eran las cuatro de la madrugada, pero seguía tan oscuro como a medianoche. En momentos en que se oían las campanadas de la hora, golpearon a la puerta de la calle. Acudí a abrir con toda tranquilidad, pues ¿qué podía temer ahora?
Hallé a tres caballeros, que se presentaron muy civilmente como oficiales de policía. Durante la noche, un vecino había escuchado un alarido, por lo cual se sospechaba la posibilidad de algún atentado. Al recibir este informe en el puesto de policía, habían comisionado a los tres agentes para que registraran el lugar.
Sonreí, pues... ¿qué tenía que temer? Di la bienvenida a los oficiales y les expliqué que yo había lanzado aquel grito durante una pesadilla. Les hice saber que el viejo se había ausentado a la campaña. Llevé a los visitantes a recorrer la casa y los invité a que revisaran, a que revisaran bien. Finalmente, acabé conduciéndolos a la habitación del muerto. Les mostré sus caudales intactos y cómo cada cosa se hallaba en su lugar. En el entusiasmo de mis confidencias traje sillas a la habitación y pedí a los tres caballeros que descansaran allí de su fatiga, mientras yo mismo, con la audacia de mi perfecto triunfo, colocaba mi silla en el exacto punto bajo el cual reposaba el cadáver de mi víctima.
Los oficiales se sentían satisfechos. Mis modales los habían convencido. Por mi parte, me hallaba perfectamente cómodo. Sentáronse y hablaron de cosas comunes, mientras yo les contestaba con animación. Mas, al cabo de un rato, empecé a notar que me ponía pálido y deseé que se marcharan. Me dolía la cabeza y creía percibir un zumbido en los oídos; pero los policías continuaban sentados y charlando. El zumbido se hizo más intenso; seguía resonando y era cada vez más intenso. Hablé en voz muy alta para librarme de esa sensación, pero continuaba lo mismo y se iba haciendo cada vez más clara... hasta que, al fin, me di cuenta de que aquel sonido no se producía dentro de mis oídos.
Sin duda, debí de ponerme muy pálido, pero seguí hablando con creciente soltura y levantando mucho la voz. Empero, el sonido aumentaba... ¿y que podía hacer yo? Era un resonar apagado y presuroso..., un sonido como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Yo jadeaba, tratando de recobrar el aliento, y, sin embargo, los policías no habían oído nada. Hablé con mayor rapidez, con vehemencia, pero el sonido crecía continuamente. Me puse en pie y discutí sobre insignificancias en voz muy alta y con violentas gesticulaciones; pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban? Anduve de un lado a otro, a grandes pasos, como si las observaciones de aquellos hombres me enfurecieran; pero el sonido crecía continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Lancé espumarajos de rabia... maldije... juré... Balanceando la silla sobre la cual me había sentado, raspé con ella las tablas del piso, pero el sonido sobrepujaba todos los otros y crecía sin cesar. ¡Más alto... más alto... más alto! Y entretanto los hombres seguían charlando plácidamente y sonriendo. ¿Era posible que no oyeran? ¡Santo Dios! ¡No, no! ¡Claro que oían y que sospechaban! ¡Sabían... y se estaban burlando de mi horror! ¡Sí, así lo pensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa era preferible a aquella agonía! ¡Cualquier cosa sería más tolerable que aquel escarnio! ¡No podía soportar más tiempo sus sonrisas hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar o morir, y entonces... otra vez... escuchen... más fuerte... más fuerte... más fuerte... más fuerte!
-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí... ahí!¡Donde está latiendo su horrible corazón!
EDGAR ALLAN POE
lunes, 27 de octubre de 2008
El significado de Halloween
domingo, 26 de octubre de 2008
El niño con el pijama de rayas
La historia es original, el final sorprenderá a los que no hayan leído la novela o no hayan oído hablar de ella, pero aunque sepas cómo termina merece la pena verse y te impactará igual. La esencia de la película es el contraste de la inocencia de Bruno, el protagonista, con la brutalidad de la historia que le ha tocado vivir. No elegimos donde nacemos ni quienes son nuestros padres, nuestro carácter lo formarán las decisiones que tomemos ante nuestra realidad. Sin tratar de desvelar mucho, creo que hay un concepto que define muy bien esta historia: Justicia Poética. Yo no me la perdería.
Puntuación de Kowalski:
- Argumento: 8, un punto de vista diferente y novedoso de un tema mil veces visto.
- Medios: 7, todo correcto, pero sin alardes.
- Ejecución: 9, muy bien llevada; los actores están estupendos y la dirección es efectiva.
- Pingüinismo: 0, ni una referencia pingüinil!
En resumen: Un dramón visto desde la perspectiva de un niño de 8 años que no entiende lo que pasa. Muy recomendable.
Frases de Cine: La leyenda de Bagger Vance
sábado, 25 de octubre de 2008
Grandes Parejas: Leo y Piper
viernes, 24 de octubre de 2008
Objetos Pingüinos: Walking Penguin
jueves, 23 de octubre de 2008
Quemar después de leer
- Pingüinismo: 1, el carácter gélido de Tilda Swinton nos recordó al Polo Norte!!!!
Bowlingballhead (cabeza de bola de bolos)
miércoles, 22 de octubre de 2008
Frases de Cine: Batman
martes, 21 de octubre de 2008
El reino prohibido
Puntuación de Kowalski:
- Argumento: 6, no es muy original, pero no resulta aburrido.
- Ejecución: 8, peleas increibles y muy bien realizadas.
- Medios: 8, paisajes preciosos y efectos muy buenos.
- Pingüinismo: 0, nada de pingüinismo... muy mal!!!!!!!
En resumen: Una peli de peleas muy entretenida.
Táctica y estrategia
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Mario Benedetti
lunes, 20 de octubre de 2008
Primera foto: ‘Edge of Darkness’
Tras dos meses de rodaje y con todos los ojos puestos en su desarrollo, ya era hora que apareciera el primer pic de ‘Edge of Darkness’, la vuelta de Mel Gibson delante de las camaras tras cinco años de parón.
Cinemablend.com lanza hoy el primer pic del film dirigido por Martin Campbell (’Casino Rpyale’) y guionizado por William Monahan (’Infiltrados’) y Andrew Bovel, y en el que podemos ver a Gibson en su papel del policía Thomas Craven, obsesionado en la búsqueda del asesino de su hija. De quien no hay imagen es de Ray Winstone, quien desgraciadamente pasará a la historia de ésta película como sustituto de última hora de Robert De Niro.
Y una mala noticia: parece ser que Mel y Richard Donner se desmarcan del proyecto de ARMA LETAL 5.
Si finalmente hay una quinta entrega de Arma Letal, no será con Mel Gibson como protagonista. Así lo aseguró Richard Donner, el director de las cuatro películas de la saga que señaló que él tampoco está implicado en la resurección de la franquicia. Precisamente su ausencia es lo que, según dice el director de 'Los Goonies' y 'Superman', ha llevado a su gran amigo Mel a rechazar la millonada que a buen seguro le habrá ofrecido Warner Bros por retomar diez años después el papel de Martin Riggs.
Resumiendo...
domingo, 19 de octubre de 2008
Frases de Cine: Moulin Rouge
Ewan McGregor cómo Christian, en MOULIN ROUGE
sábado, 18 de octubre de 2008
Objetos Pingüinos: Globo
viernes, 17 de octubre de 2008
Grandes Parejas: Carlos y Gabrielle
jueves, 16 de octubre de 2008
Derrochador de encanto
en ti mismo tu herencia de hermosura?
Naturaleza presta y no regala,
y, generosa, presta al generoso.
Luego, bello egoísta, ¿por qué abusas
de lo que se te dio para que dieras?
Avaro sin provecho, ¿por qué empleas
suma tan grande, si vivir no logras?
Al comerciar así sólo contigo,
defraudas de ti mismo a lo más dulce.
Cuando te llamen a partir, ¿qué saldo
podrás dejar que sea tolerable?
Tu belleza sin uso irá a la tumba;
usada, hubiera sido tu albacea.
miércoles, 15 de octubre de 2008
Toxicboy (el chico tóxico)
martes, 14 de octubre de 2008
Frases de cine: Hombres de negro
lunes, 13 de octubre de 2008
A mi manera....
And now, the end is near;
And so I face the final curtain.
My friend, I'll say it clear,
I'll state my case, of which I'm certain.
I've lived a life that's full.
I've traveled each and every highway;
And more, much more than this,
I did it my way.
Regrets, I've had a few;
But then again, too few to mention.
I did what I had to do,
And saw it through without exemption.
I planned each charted course;
Each careful step along the byway,
But more, much more than this,
I did it my way.
Yes, there were times, I'm sure you knew,
When I bit off more than I could chew.
But through it all, when there was doubt,
I ate it up and spit it out.
I faced it all and I stood tall;
And did it my way.
I've loved, I've laughed and cried.
I've had my fill; my share of losing.
And now, as tears subside,
I find it all so amusing.
To think I did all that;
And may I say - not in a shy way -,
No, oh no not me,
I did it my way.
For what is a man, what has he got?
If not himself, then he has naught.
The rigth to say the things he feels;
And not the words of one who kneels.
The record shows I took the blows,
And did it my way!
domingo, 12 de octubre de 2008
Objetos Pingüinos: Galletas
sábado, 11 de octubre de 2008
El cambio climático puede reducir la población de pingüinos en un 75%
Según explicó el investigador del CSIC Andrés Barbosa, el calentamiento se traduce en la pérdida del hielo marino y glaciar, lo que reduce la superficie de su parte basal y, con ello, la cantidad de fitoplancton que se desarrolla bajo el hielo.
Este componente es el alimento del krill -una pequeña gamba- que a su vez es la presa "fundamental" de los animales que viven en el Antártico. "Si la presa disminuye, el resto de población disminuirá, dijo Barbosa. Esta disminución de krill ya se ha constatado en la Antártida peninsular".
El investigador también concretó que en la zona continental ha aumentado la cantidad de hielo debido a los vientos, variables debido al cambio climático. Según este experto, esto provoca que las zonas de alimentación estén "más alejadas" y aumenten los costes energéticos.
"La situación es bastante catastrófica", concluyó, al tiempo que advirtió de que afectará tanto a la Antártica peninsular como continental. "Es una señal que nos debe hacer pensar y cambiar el modelo", aconsejó.
La población total de pingüinos en la Antártica es de unos cinco millones, y, según reveló el coordinador del estudio, Juan Casavelos, es la única especie "estrictamente antártica", ya que el resto de animales están también en otras zonas del planeta. Por ello, los pingüinos estarán "influidos más negativamente".
Según Barbosa, los efectos del calentamiento global ya se han hecho notar "acusadamente" en la región antártica, ya que, por ejemplo, los científicos han constatado en el estudio de una determinada colonia una reducción del 60% en el caso de las poblaciones de adelia en los últimos 25 años, y un descenso de 250 a diez parejas de emperador.
Casavelos pidió que se alcance un nuevo acuerdo climático global "que trascienda el Protocolo de Kyoto", ya que éste vence en 2012, exigió que este acuerdo contemple "reducciones dramáticas" de emisión de gases de efecto invernadero y propuso que sean de un 80% en 2050 en comparación con los niveles de 1990 para evitar la extinción de estos animales.
Finalmente, explicó que el estudio es un "acople" de cuatro modelos en que se demuestran los estragos que causaría en la población de pingüinos el aumento de la temperatura. Los autores del estudio son científicos de varias universidades norteamericanas y francesas centrados en algunas colonias continentales y de la península.
viernes, 10 de octubre de 2008
Grandes Parejas: Fernando y Maricruz
jueves, 9 de octubre de 2008
Frases de cine: Atrapado en el tiempo
miércoles, 8 de octubre de 2008
Staregirl (la chica mirona)
En este corto Stainboy, el chico mancha, deberá luchar contra una niña que controla a la gente con su mirada.
martes, 7 de octubre de 2008
Frases de cine: Philadelphia
lunes, 6 de octubre de 2008
Miguel, el chico miel
domingo, 5 de octubre de 2008
Nuevo miembro de la familia
Grandes Parejas: David y Maddie
sábado, 4 de octubre de 2008
viernes, 3 de octubre de 2008
El nacimiento del chico mancha
Hoy un corto que he encontrado en Youtube. Basado en el personaje creado por Tim Burton en el libro "La melancólica muerte del chico ostra", Stain Boy, "el chico mancha" es una especie de super héroe que se dedica a combatir el crimen. Hay una serie de cortos sobre él. Este debería ser el primero, ya que recuerda su nacimiento. Iré poniendo el resto en las próximas semanas.
jueves, 2 de octubre de 2008
Objetos Pingüinos: Penguin Teaboy
Su nombre es Penguin Teaboy, y llega para asegurarte que tu infusión estará perfecta en cualquier momento y lugar.
Si quieres que el té tenga un sabor más ligero o más fuerte tan sólo tienes que regular su temporizador. Cuando el tiempo que has programado pase, Teaboy subirá su pico y retirará la bolsita de té.