Semana 35

Celia mide aproximadamente 46 centimetros y pesa unos 2,4 kilos.
Los pulmones siguen desarrollándose y ya están prácticamente preparados para respirar la primera bocanada de aire.
Su esqueleto se ha ido osificando aunque algunos de sus huesos siguen siendo cartílagos, al objeto de facilitar su paso por el canal del parto.
A lo largo de esta semana la madre de transmite inmunidad contra determinadas enfermedades víricas, como el sarampión o la varicela, que le protegerá temporalmente hasta que se le administre la primera vacuna.
Paralelamente, el bebé es capaz de girar su cabeza automáticamente hacia una fuente de luz; este reflejo, denominado respuesta de orientación, supone una significativa toma de conciencia de su entorno.
Dado que su movilidad es muy reducida por lo estrecho que se le ha quedado su habitáculo, tiene que hacer verdaderas contorsiones para acomodarse a él y ocupa la mayor parte de sus períodos de vigilia ensayando funciones básicas como succionar, orinar o mover los ojos hacia una fuente de luz.