Publicado por Pastoralsj.org
¿Qué es lo importante en la vida? ¿Buena presencia? ¿Títulos? ¿Prácticas en el extranjero? ¿Referencias? ¿Idiomas? ¿Un master? ¿Ser joven? Cualquiera que haya tenido que buscar trabajo sabe que eso, al menos en el ámbito laboral, importa. Pero si uno se pregunta qué debería tener el currículum vital a la hora de la verdad, la respuesta seguramente será distinta.
Si pensamos, no en el trabajo, sino en pasar bien por el mundo y por la historia de los tuyos, entonces en el CV no deberían faltar muchos nombres, alguna lágrima, meteduras de pata garrafales, pero seguramente también aciertos. Historias de amor, real, aterrizado. Preguntas de esas que te quitan el sueño. El magisterio que da el tiempo, que nos ayuda a madurar, a aceptar lo limitado, a reconocer lo frágil, y a reírnos de lo pomposo…
Vivir la vida. Suena a frase hecha.
Al fin y al cabo, todos vivimos. Pero es que vivir es mucho más que respirar, caminar, andar de un lado para otro, estudiar, trabajar, tuitear, comer, amar, salir, entrar…
Es decir, todo eso puede hacerse a medias.
O puede hacerse con hondura, con intensidad, aprovechando el tiempo y el propio talento. Huyendo de la inercia y la mediocridad, si esta nos lleva a desperdiciar lo bueno que hay en nosotros y en otros.
Vivamos muchos o pocos años, siempre hay poco tiempo para todo lo que se cuela en nuestro horizonte. Así que, ¡Que no se nos pase la vida sin vivirla!
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