Hacia las primeras semanas de 1984, daba la impresión de que el álbum, que ahora se titulaba "Born in the USA" estaba terminado..., hasta que Landau dijo que todavía no tenían la canción adecuada para ser el sencillo que definiera todo el disco. Una canción, explicó, que sirviera como una declaración sobre en quién se había convertido Bruce: un autorretrato que sus admiradores pudieran entender y en el que vieran lo suficiente de sí mismos para sentir una conexión humana y directa. Escuchar la petición/exigencia de su agente no hizo precisamente feliz a Bruce, quien citó las seis docenas de canciones que había escrito y propuesto y le espetó a Landau que escribiera sus propias canciones si creía que podía hacerlo mejor. Cuando se le pasó el enfado, dijo que lo intentaría y se fue al hotel a dormir un poco.
De vuelta al estudio la noche siguiente, abrió su cuaderno por una página en la que acababa de escribir, cogió la guitarra y tocó Dancing in the dark, un relato tenso de soledad y frustración.
El tema comienza con fuerza y va más allá, ambientado en su mundo de estudios de grabación, donde la noche es el día, en habitaciones de hotel y en calles oscuras.
Cuando la estrofa da paso al estribillo, la voz de Bruce asciende con los acordes. "No puedes encender un fuego sin una chispa; soy un asesino a sueldo, incluso aunque sólo estemos bailando en la oscuridad".
Era la canción más comercial que Bruce había compuesto, y lo había hecho a propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario