Cine para Pensar: Vencedores y Vencidos

(Judgement at Nuremberg, 1961)

Director: Stanley Kramer. Interpretes: Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Maximilian Schell, Marlene Dietrich, Montgomery Clift, Judy Garland. Producción: Stanley Kramer para United Artist. Estados Unidos, 190 minutos.

Narra los juicios realizados en 1948 en la ciudad alemana de Nuremberg contra algunos altos dirigentes nazis, cuatro magistrados alemanes vendidos al nazismo, por crímenes contra la humanidad, y se centra en el enfrentamiento entre el anciano juez americano Dan Haywood (Spencer Tracy) y el magistrado acusado Ernest Janning (Burt Lancaster).

No solo nos encontramos ante una de las mejores películas de juicios de la Historia del Cine, sino que se narra con asombroso rigor un hecho real. La película recrea unos hechos que el mundo no debe jamás olvidar, y nos advierte para que no permitamos nunca que algo así se repita. 

Las grabaciones que se aportan en el juicio como pruebas en contra de los acusados son las grabaciones reales que realizó el ejercito americano cuando entró en los campos de concentración: miles de cuerpos sin vida apilados o enterrados, dientes, ropas, joyas, ..., no se hicieron para la película sino que se utilizaron las grabaciones reales, lo que aporta una gran dosis de realismo y de crudeza a la cinta.

La polémica que se estableció en aquellos juicios, y por tanto, en la película, es si el cumplimiento de la ley está por encima de cualquier consideración.

El acusado Janning habla así en su defensa: “... El concepto personal de la justicia debe sacrificarse al orden legalmente establecido, aceptar la ley tal como es, sin detenerse a pensar si es justa o injusta. Como juez no podía hacer otra cosa.” Una defensa que no les sirvió de nada a los cuatro magistrados, que fueron condenados a reclusión perpetua. Los argumentos del juez Haywood, en su fallo, nos hacen reflexionar sobre la importancia de saber establecer los límites a las ordenes y a las leyes: “... lo grave es el hecho de haber tomado parte conscientemente en un sistema de tremenda crueldad e injusticia impuesto por el gobierno con absoluto desprecio de todos los principios morales y legales... El tribunal afirma que los hombres que se sientan en el banquillo son responsables de sus actos. Hombres que vestidos con togas negras juzgaban a otros hombres. Hombres que tomaron parte en la promulgación de leyes cuyo propósito era el exterminio de seres humanos... El Derecho Penal tiene un principio común en todos los ordenamientos: aquella persona que de cualquier forma induzca a otra a cometer un delito, colabore proporcionándole cualquier medio o forma de llevarlo a cabo, participe o sea cómplice, es culpable... Una nación es la causa que defiende, es defender algo cuando aquello que defiende es lo más difícil. Ante los pueblos del mundo, permítanme ustedes, que proclame en nuestro fallo aquello que defendemos: justicia, verdad y el respeto que merece el ser humano.” 

La película habla de JUSTICIA, habla de VERDAD, habla de RESPETO, algo que está por encima de cualquier norma escrita, algo que merece la máxima protección, algo que un tribunal no debe olvidar nunca. No es lícito escudarse en normas injustas o en ordenes injustas para atentar contra la dignidad humana. Todos debemos tener esto muy presente. Cuando terminó la II Guerra Mundial, se creo un Tribunal de Justicia Internacional para castigar los crímenes contra la humanidad que se habían cometido. A mi parecer, este ha sido uno de los hechos más ponderables del Siglo XX, pero hay que considerar que hoy en día se siguen cometiendo crímenes contra la humanidad, se sigue atentando contra la dignidad humana, contra la justicia y contra la verdad, pero no se crea ningún Tribunal Internacional de Justicia que se ocupe de juzgar y castigar estos casos. 

Películas como esta, deben recordarnos a todos, que la justicia, la verdad y el respeto a la dignidad humana, son valores que jamás se deben olvidar, y que nuestro deber, como personas, y en especial, como seguidores de Cristo, es alzar la voz ante las injusticias de nuestro tiempo.