viernes, 20 de marzo de 2009

Gran Torino

Clint Eastwood de nuevo nos regala un peliculón de los que merecen la pena. Gran Torino es una historia humana, coloquial y realista contada desde una ternura absoluta a los personajes.
Walt Kowalski (Clint Eastwood) es un veterano de la guerra de Corea de carácter áspero que un día sorprende a su vecino adolescente (Lee Mong Vang) tratando de robar su posesión más querida: un coche Gran Torino del año 1972.
Un hombre racista, desconfiado y sin grandes lazos afectivos con sus propios hijos desde la muerte de su esposa se entrega a la tarea de formar el carácter de ese joven.
La historia es entrañable, habla del amor en sus diversas formas, de la percepción de la vida, de las oportunidades, de la posibilidad de encontrar una familia donde menos lo esperas, de temas muy grandes cómo la vida y la muerte contandos a través de la mirada de Eastwood, un maestro entre los maestros.
Gran Torino es la primera película en la que se describen personajes de la comunidad Hmong, una etnia de 18 clanes distribuida entre las montañas de Laos, Vietnam, Tailandia y otras partes de Asia, que se trasladó con muchas penalidades a Estados Unidos tras su participación en la Guerra de Vietnam.
El tema principal de Gran Torino lo interpretan el pianista de jazz británico, Jamie Cullum, y Don Runner. La letra es del mismo Eastwood entre otros al que podemos oir cantar al final de la cinta; y la banda sonora ha sido compuesta por el hijo del director, Kyle Eastwood.
A pesar de que el guionista escribió el personaje de Walt Kowalski sin pensar en un actor concreto, Clint Eastwood sintió que estaba hecho a su medida, y no se equivocaba; Eastwood es un director y actor coherente con su edad, y este papel le va cómo anillo al dedo.

Puntuación de Kowalski:
- Argumento: 9, una historia sencilla pero cargada de significados.
- Medios: 8, a destacar el Gran Torino del 72, precioso, que compraron para la producción, las localizaciones son muy correctas y los actores Hmong, sólo uno de ellos había actuado previamente en cine, aportan una gran dosis de realidad.
- Ejecución: 10, impecable. Eastwood en estado puro, tanto detrás cómo delante de la cámara; si finalmente esta es su última interpretación, cómo se ha rumoreado, nos deja un testamento cinematográfico magistral a través de un personaje que lucha consigo mismo y que conjuga todos los elementos para convertirse en el personaje definitivo.
- Pingüinismo: Un 9, Dios mío, el personaje principal se llama Kowalski!!!!! que más podemos pedir!!!!!

En resumen: Un peliculón con alma de clásico. Elegante y sobria.

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