martes, 8 de diciembre de 2009

2012

De nuevo Roland Emmerich vuelve a contarnos el fin del mundo. Tras EL DIA DE MAÑANA donde ya nos contó cómo los cambios clímaticos destruirán nuestro planeta esta se hace un poco repetitiva. Ahora en lugar de nieve y hielo, el desastre lo causan terremotos, erupciones volcánicas y olas gigantes. La historia se apoya en la predicción de los mayas de que el mundo se terminará en 2012, en esa fecha una conjunción peculiar de los planetas provocarán cambios en la corteza terrestre que acabarán con el mundo que conocemos. La película es la típica de catastrofes, no falta ningún tópico: los niños, el perrito que por supuesto se salva, el bueno, el nuevo novio de su mujer, el malo egoista que se redime al final, el presidente heróico (Danny Glover en un pequeño pero agradecido papel), el científico íntegro, la chica.... es esa película que ya has visto sin ir a verla, te la sabes de memoria y se salva por los estupendos efectos especiales y las actuaciones de actores que te gustan. El protagonismo recae en John Cusack, no solemos verle en papeles de este estilo y no se le da mal, vistos los resultados de taquilla es predecible que repita pronto en este genero.

Puntuación de Kowalski:
Argumento: 3, la originalidad brilla por su ausencia, hemos visto la misma historia un montón de veces.
Medios: 10, espectaculares, merece la pena sólo por los efectos, sobre todo los terremotos en California, hay varias escenas que te quitan el aliento.
Ejecución: 8, pese a ser larga Emmerich consigue darle un ritmo trepidante, y los actores están todos muy bien, destacando la colaboración de Woody Harrelson en un papel que resulta de lo mejor de la película.
Pingüinismo: 5, algo de nieve y frío, pero no recuerdo ver ningún pingüino presente.

En resumen: Si sabes lo que vas a ver y no buscas nada más está bien.

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