Ahora que la Noche de Brujas está al caer, en CINEMANÍA nos hemos animado a visitar de nuevo la siempre pasmosa Ciudad Halloween, con escala en un lugar aún más aterrador llamado Hollywood para ofreceros doce datos que resuenan como las campanadas de la medianoche. Venced vuestros miedos, venid con nosotros, y descubriréis una lista de secretos que os harán exclamar “¡Truco o trato!”:
Los versos perversos del joven Tim
Dice Tim Burton que su fascinación por las fechas señaladas del calendario nació cuando era un niño más bien solitario en Burbank (California): “Cuando se acercaban las navidades, o Halloween, de pronto salías de casa a comprar adornos, y era como si todo cambiase”, recordó en 1993. El cineasta en ciernes, por entonces trabajando como animador en Disney, condensó esos recuerdos en un poema escrito tras el rodaje de su cortometraje Vincent (1982), y que se tituló… Pues sí: Pesadilla antes de Navidad. En dicha obra literaria, inspirada por cuentos como El Grinch y por las ilustraciones de Edward Gorey, nacieron nuestro querido Jack Skellington y su perro Zero.
Disney no quiere pesadillas
¿Cómo sacaría partido Tim Burton a su poema? Su primera idea fue editarlo como libro para niños, pero dado que Vincent Price y él habían hecho buenas migas, decidió que la historia daría de sí en forma de especial televisivo, realizado con marionetas y con el actor de "La caída de la casa Usher" ejerciendo una vez más como narrador. Lástima que Disney considerase el proyecto “demasiado raro” y acabase desechándolo, lo cual no haría sino propiciar la marcha de Burton dos años más tarde. Ahora bien, durante la preparación del nonato cortometraje, nuestro héroe tuvo tiempo de enseñarle su guión y sus diseños a un colega del trabajo llamado Henry Selick…
Los cameos del hombre cráneo
Aunque tuviese que esperar a 1993 para aparecer como marioneta protagonista, Jack Skellington debutó en el cine en 1982, como parte de uno de los decorados de Vincent. En 1989, además, su cabeza se asomaría a Bitelchús, como parte de un sombrero del bioexorcista Michael Keaton. Burton y Selick deben estar muy encariñados con su personaje, puesto que este ha hecho más apariciones por sorpresa (algunas tan breves que apenas se las distingue) en "James y el melocotón gigante" (vestido de pirata), "Los mundos de Coraline" (un reflejo en la yema de un huevo) y "Alicia en el País de las maravillas", donde su silueta forma parte de los bordados en el sombrero de Johnny Depp. A lo cual habría que sumar el momento de "Tiana y el sapo" en el que vemos su sombra.
Los amos de Ciudad Halloween
En 1990, ya en la cumbre de su fama gracias a Bitelchús, Eduardo Manostijeras y Batman, Burton decidió afrontar por fin Pesadilla antes de Navidad. Pero (mira tú por dónde) resulta que los derechos del proyecto seguían estando en manos de Disney. La situación, lejos de desembocar en un conflicto, dio lugar a un acuerdo amistoso: el estudio estaba deseoso de seguir luciendo su músculo técnico tras ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Selick aspiraba a debutar como director y Burton no podía hacerse cargo del filme por estar liado con Batman vuelve y Ed Wood. De modo que Disney financió la cinta, y sus ex empleados se hicieron cargo de ella como productor y director, respectivamente.
Producción de pesadilla
Como corresponde a un título en stop motion, Pesadilla antes de Navidad trajo consigo una terrorífica carga de trabajo: se construyeron 230 decorados que ocuparon 19 platós, e hicieron falta siete días de rodaje por cada minuto del filme, en el cual se emplearon 227 marionetas. A fin de dotarle de una expresividad a la altura de su importancia, Jack Skellington tuvo 400 cabezas intercambiables. En total, hicieron falta dos años para tener lista la película, y durante todo ese tiempo Tim Burton sólo se pasó nueve o diez veces a ver cómo iba la cosa. “Tim puso el huevo, y yo lo empollé”, declaró cortesmente Henry Selick, pero lo cierto es que su antiguo compañero y él no han vuelto a trabajar juntos desde entonces.
¡Alerta, monstruos!
Para no volverse locos del todo durante el rodaje, los participantes en Pesadilla antes de Navidad desarrollaron dos artilugios imprescindibles. El primero fue la ‘alarma de luces’, que se disparaba cada vez que uno de los diminutos focos del set no llegaba a encenderse. El segundo, un sistema para reemplazar las marionetas que fallaban o se rompían sin necesidad de interrumpir una toma. Dichos inventos se mostraron muy útiles en escenas como aquella en la que Jack busca la entrada a Ciudad Navidad: según Selick, ese momento fue el más difícil de toda la película.
El hombre del “lalalalala”
Además de Burton y Selick, otro individuo más bien tenebroso desarrolló un papel crucial en el rodaje de Pesadilla… Se trató, como ya estarás imaginando, de Danny Elfman: Tim Burton dio carta blanca a su amigo para que compusiera la música y las canciones con sólo una breve sinopsis del argumento, sin necesidad de atenerse al guión o a una lista de canciones. “Ha sido el trabajo más fácil de mi carrera”, sentenció Elfman, “porque me parezco mucho a Jack Skellington”. Además, el compositor acabó poniendo voz a Jack Skellington durante los números musicales, ya que Chris Sarandon (doblador del personaje en inglés) no sabía cantar. Y, como recompensa a tanta dedicación, Danny acabó teniendo un cameo en el filme: la cabeza que se ve dentro del contrabajo de la banda de Ciudad Halloween es una caricatura suya.
Tim y Danny parten peras
Está claro que Elfman se lo curró durante el rodaje de Pesadilla…, pero no todo fue tan bonito: el músico y el director tuvieron una sonada bronca a cuenta de las canciones, y ese fue el motivo de que la música de Ed Wood corriese finalmente a cargo de Howard Shore. Por suerte para sus fans, Tim Burton se reconcilió con su compositor de cabecera tres años más tarde, cuando rodó Mars Attacks!
¿Quién es el más malo?
Lector, ¿te entran escalofríos cuando mencionamos el nombre de Oogie Boogie? A nosotros sí, y no nos da vergüenza admitirlo. El caso es que, en el guión original, este ente primigenio era en realidad el Profesor Finkelstein, el creador de la monstruita Sally. Por cierto, en los créditos de la película este mad doctor no aparece citado por su nombre, sino con un mucho más genérico “Científico loco”.
El misterio de las voces desaparecidas
Antes de rodar Pesadilla antes de Navidad, Burton quería contar con Vincent Price para poner voz a Santa Clavos (¿o era ‘Santa Claus’?), pero desgraciadamente no pudo cumplir su sueño: el actor (a quien había dado su último papel en Eduardo manostijeras) estaba ya muy enfermo, y fallecería en octubre de 1993, poco antes del estreno de la película. A quien sí reclutó el cineasta fue a Patrick Stewart para que ejerciese como narrador, leyendo su poema. El británico recitó el texto, que puede oírse en el disco de la banda sonora, pero su aportación no llegó al montaje final.
¿Un éxito? Pues más bien no
Disney echó el resto con la promoción de Pesadilla antes de Navidad en EE UU, con los personajes del filme apareciendo en la Casa Embrujada de Disneylandia. Pero, una vez llegada a los cines, la película rindió menos de lo esperado: la recaudación internacional fue de 56 millones de euros, una bicoca, pese a todo, si se tiene en cuenta su presupuesto de 20 millones (todas las cifras ajustadas a la inflación). Claro que los ingresos debidos a su edición en vídeo doméstico, más ese merchandising tan querido por esa amiga medio gótica que todos tenemos, redondearon las ganancias. A estas alturas, sumando la taquilla de los sucesivos reestrenos, se considera que la película ha recaudado 85 millones de euros.
¡Las manos quietas, Disney!
A lo largo de estos 20 años, Disney ha tratado de persuadir a Tim Burton para rodar una secuela de Pesadilla…, algo a lo que siempre se ha negado el director. Sin ir más lejos, cuando el estudio trató de resucitar a Jack Skellington en 2001 (proyectando, además, cambiar el stop motion por animación 3D), su creador vetó la idea afirmando que el filme original “tiene una pureza difícil de encontrar en la era del márketing”. Por la misma razón, Tim tampoco quiere que haya una atracción con sus personajes en Disneylandia. Lo que no ha podido evitar, pese a todo, es que nuestro esqueleto favorito se asome a otros productos del estudio, como la saga de videojuegos Kingdom Hearts.
3 comentarios:
Gracias por esta gran entrada. Me ha encantado. Me gusta mucho Jack. Es mi personaje favorito.
A mi también me encanta!!!!!
Me gustaría dibujarlo algún día. Haré pruebas para que tal me sale, jaja.
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